Mamá Canguro, un hogar de amor, respeto y acompañamiento

Un espacio donde cada niño y niña es visto, escuchado y acogido con presencia real.

Educadora y fundadora de Mamá Canguro con enfoque respetuoso

Talento humano:

Somos quienes acompañamos.
Hay manos que arropan sin prisa.

Hay miradas que sostienen, incluso en silencio.

Hay voces suaves que nombran el mundo con ternura.

Nosotras estamos aquí, todos los días. No solo para cuidar, sino para estar de verdad. Para compartir la vida tal como es: con juegos, preguntas, llantos, risas, abrazos y descubrimientos.

No siempre estamos en primer plano, pero somos quienes hacemos que todo tenga sentido.

Preparamos el ambiente con detalle, pensamos en cada gesto, escuchamos lo que no se dice, intuimos lo que se necesita, y aprendemos, una y otra vez, de cada niño y cada niña.

Somos presencia que abraza, corazón que guía, y fuerza que sostiene.

También nos cuidamos entre nosotras, nos acompañamos como adultas, y creemos en el valor de hacer comunidad, paso a paso, día a día.

Porque una escuela no es solo un lugar.

Es un tejido vivo, hecho de vínculos, de afecto, y de personas que aman lo que hacen.

Mamá Canguro cuenta con un equipo de profesionales en formación y revisión continua sobre la práctica educativa.

Un equipo que cuenta con el acompañamiento de Esperanza Mora de  @un_petit_mon.

«En Mamá Canguro confiamos en las capacidades de los niños, en sus propios ritmos, sin exigir ni limitar, respetando la individualidad de cada uno. Es esencial la relación personal que se mantiene con cada niño/a, basada en el afecto y en la seguridad que les transmitimos, una seguridad necesaria para crecer. Comunicarnos con palabras y gestos nos ayuda a anticipar, explicar y dar por finalizadas situaciones y actividades del día a día. Observar, tener una mirada atenta y delicada, estar disponible, organizar el espacio de forma que favorezca el proceso de desarrollo autónomo, es una de las tareas de las educadoras. Las intervenciones de los adultos son para poner límites respetuosos, para dar apoyo emocional y para compartir momentos agradables de juego: esto crea relaciones afectivas de calidad entre el grupo de niños y entre el niño-adulto»

(Marcela Palau – Educadora Infantil.)

Compárte esta página en tus Redes Sociales